El polen de abeja, este es de polen de flores, pero se le llama así para identificarque es específicamente el recolectado por las abejas obreras. Cuando estas regresan a sus colmenas, los apicultores la recolectan justo antes de que estas entren.
Este alimento no es nuevo, tiene mucho tiempo de estar en el mercado y se le atribuyen muchas cualidades nutricionales y medicinales. El comercial y de consumo humano pasa por un simple proceso de secado, y así queda el polen con
un concentrado de nutrientes; proteínas de origen vegetal en 25 %, vitaminas del A, del complejo B, C, D, E y K, minerales, calcio, potasio, yodo, cobre, magnesio, zinc, selenio, entre otros nutrientes, los cuales pueden variar según las flores. Se
puede decir que el polen es un suplemento de origen natural, pero es importante que se incluya en una alimentación balanceada y nutritiva para que los nutrientes puedan ser absorbidos y aprovechados por el organismo.
La mejor forma de consumir el polen de abeja es:
– Con frutas y yogurt
– En batidos
– En avena
– Mezclado con te caliente de manzanilla
– En limonada (pero debe de ser licuado)
En cuanto a propiedades medicinales, este es conocido por:
– ser un antialérgico natural, principalmente de alergias respiratorias
– fortalece el sistema inmune
– favorece la digestión
– Favorece la visión
– Favorece la salud intestinal
– Beneficia la salud cardiovascular
– Ayuda a prevenir infecciones
– Antiinflamatorio
– Favorece la salud del hígado
Para obtener los beneficios nutricionales y en la salud es importante ser constante en un su consumo, es decir consumirlo diariamente. La porción diaria recomendada es pequeña, puede ser desde 1 cucharadita hasta 1 cucharada.
El polen de abeja está contraindicado para las personas embarazada, lactantes, y alérgicas al polen de flores.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición