Es común que en ocasiones no se esté consciente de lo que puede influir en la salud, el tipo de alimentación que se lleve. La calidad de alimentos que se consumen diariamente está directamente relacionada con el sistema inmunológico. Dependiendo del tipo de alimentación que se lleva puede ser el tipo de salud que se tenga una persona, por ejemplo, si se alimenta con alimentos en su mayoría frescos, con preparaciones saludables y nutritivas en menús balanceados; va a tener una mejor salud general que una persona que no cuida de su alimentación y principalmente si come altas cantidades de alimentos procesados y ultra procesados, azucares refinados y grasas de mala calidad. Esto se debe a que los nutrientes, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para tener un sistema inmunológico fortalecido, se encuentran en las frutas, verduras, alimentos frescos como huevos, pescado, pollo, carnes, lácteos entre otros.
Los alimentos al ser altamente procesados pierden todos sus nutrientes de origen natural y si llegan a tener agregados son de fuente química, los cuales probablemente no van a ser aprovechados ya que la alimentación no es la adecuada. Es decir, algunas vitaminas necesitan de grasas saludables para ser absorbidas y algunos minerales necesitan de ciertas vitaminas para ser absorbidos por el organismo y así ser aprovechados. Por lo que no solo se trata de tomar suplementos porque la alimentación no es buena, de igual forma no son aporvechados.
Así mismo existen otros factores que también influyen en el sistema
inmunológico:
– Como el tener un descanso reparador y dormir una cantidad de horas adecuadas.
– El mantener bajo control los niveles de estrés, un nivel alto de estrés debilita el sistema inmune.
– Hacer ejercicios y tener actividad física.
– Tomar suficiente agua a lo largo del día, para obtener la hidratación adecuada para el organismo.
Al llevar una alimentación saludable y un estilo de vida saludable favorece mucho
la salud y se evita el contagio de virus y bacterias constantemente, entre otras enfermedades. Recuerda tu salud es un reflejo de lo que comes.
Por Guisela de Gramajo
