Muchas veces me han preguntado, porque yo no hago recetas con jarabe de agave o miel de agave, si tiene un índice glucémico más bajo que la miel de abeja.
Mi respuesta siempre es que yo no solo busco en un producto que sea de índice glucémico bajo, o que sea bajo en calorías, lo que más busco en un producto es que sea lo mas naturalmente posible y sus aportes nutricionales. A continuación, hare la comparación nutricional entre miel de abeja pura (no la procesada) y miel de agave.
Miel de agave
La miel de agave se obtiene de una planta llamada Agave que crece en las zonas
tropicales de América, que produce un jugo dulce, este esta formado por un 75%
fructosa y un 25% glucosa, al ser en su mayoría fructosa, hace que su índice
glucémico sea más bajo comparado a la miel, pero no necesariamente más
saludable, ni tampoco que sea apto para personas con diabetes tipo 2. Esto sería
así en su estado natural pero así ya no se consigue la que se consigue y es la que
comercializan y ofrecen como una opción más saludable es la procesada y es a la
que llaman jarabe de agave. Su producción industrial es muy parecida a la
producción de jarabe de maíz, el cual ha sido declarado el enemigo número 1 de
los endulzantes industriales para la salud. Al pasar por este proceso no conserva
ningún nutriente de origen natural.
La miel de abeja pura
Esta miel es únicamente recolectada y envasada, por lo que conserva todos sus
nutrientes como: enzimas y aminoácidos, antioxidantes, vitaminas C, B1, B2, B3 Y
B5, ácido fólico, minerales, yodo, zinc, fosforo, calcio, hierro y magnesio.
Es alta en fructosa por lo que no se recomienda a personas con diabetes, pero si
se recomienda para una alimentación saludable con porciones limitadas.
Mi recomendación es escoger los endulzante sin procesos industriales, para evitar
la ingesta de químicos innecesarios. Es importante tener presente que sin
importar el endulzante que decidamos utilizar no debe de sobrepasar las 4
cucharadita al día.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición