Cuando hablo de un estilo de vida saludable y pérdida de peso siempre digo que el 80% está relacionado con la alimentación y el 20% con el ejercicio. Pero esto muchas personas no lo creen, incluso algunas veces me decían: “pero tú siempre haces ejercicio entonces cómo sabes que eso es cierto?”
Hace 7 años cuando empecé a cambiar mi vida a un estilo más saludable, el primer año en que más peso perdí lo logré sin hacer ejercicio. En ese momento tenía activo un problema de artritis en las manos y me costaba hacer ejercicio. Pero después mi salud mejoró y pude incorporar una sesión de ejercicio en mi rutina diaria, 5 días a la semana.
Y hace poco pude volver a comprobar la teoría. En octubre del 2017 tuve un accidente en las gradas de mi casa. Caí desde cinco gradas que estaban mojadas, me resbalé y me fracturé el coxis. Pasé un 1 mes en reposo y 2 meses más sin hacer ejercicios ya que la lesión fue muy fuerte y caminar mucho, estar mucho tiempo de pie o en cualquier otra postura era complicado por el intenso dolor. Así que simplemente no podía practicar ningún ejercicio ni hacer mucha actividad física. Sin embargo, mi peso no se vio afectado en ningún momento porque yo seguí con mi mismo estilo de alimentación. De hecho, sí perdí un poco de peso ya que mi masa muscular bajó por la falta de ejercicio, pero no subí, por ejemplo, “10 libras porque dejé de hacer ejercicios”. No, para nada.
En enero del 2018 pude empezar a hacer ejercicios de nuevo, pero tuve que cambiar mi rutina completamente ya que no podía hacer ningún levantamiento de pesas ni yoga por un año.
Así que cambie todas mis rutinas por caminatas y elíptica. Nueve meses después bicicleta. Mi talla es la misma y no subí ni una onza.
El ejercicio es muy importante para mí porque me ayuda a llevar una vida saludable y activa pero mi peso y mi talla los controlo con una alimentación saludable constante.