Refaccionar o merendar, es un tiempo de comida adicional a los tiempos
principales que son desayuno, almuerzo y cena. Puede hacerse una a dos veces al
día. Muchas personas tienen la idea que es un mal hábito y que lo mejor es tratar
de no comer entre comidas para mantener su peso y estar más saludables. En
realidad, el refaccionar no es para nada un mal hábito, lo que puede hacer que
este se convierta en algo poco saludable, es el tipo de alimentos que se incluyen y
las cantidades.
Refaccionar es una gran herramienta dentro de una alimentación saludable y
balanceada, ya que son pequeños tiempos de comida en los cuales se puede
aprovechar a comer alimentos saludables que aportan nutrientes, vitaminas,
minerales y fibra. Este es un tiempo de comida tan importante como todos los
demás, ya que también tiene beneficios para la salud general del organismo; se
evitan los antojos desesperados por alimentos altos en azucares y grasas
saturadas, se evita comer en cantidades exageradas en el almuerzo y la cena.
Para poder obtener los beneficios de la refacción es importante que esta sea
balanceada, y se incluyan combinaciones entre los grupos de alimentos ya que
solo incluir un grupo no es suficiente.
A continuación, menciono los grupos de alimentos y los alimentos que se pueden
incluir en la refacción:
– Carbohidratos: en este caso se da más espacio a las frutas, verduras,
legumbres, si se puede incluir carbohidratos almidonados o harinados, pero
lo recomendado es hacerlo solo con una porción.
– Proteínas: lácteos bajos en grasa, yogurt natural bajo en grasa y sin azúcar,
pollo, atún, jamón de pechuga de pavo o pollo, entre otras opciones.
– Grasas: aguacate, manías, todo tipo de nueces y semillas, mantequilla de
maní, entre otras opciones.
El horario recomendado para refaccionar para la primera refacción es
aproximadamente tres horas después del desayuno y la segunda tres horas
después del almuerzo.
Si tienes la costumbre de refaccionar, pero es poco saludable es importante que
hagas cambios poco apoco, para que el cambio de hábitos alimenticios se quede y
no sea algo temporal.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición