Es común que escuchemos los nombres de los minerales y de algunos sepamos para que sirven y de otros sepamos solo una función o ninguna. Los minerales tienen funciones de suma importancia para la salud y la deficiencia de la mayoría
puede afectar de forma seria la salud; como es el caso del zinc.
El zinc es un mineral que se encuentra en las células de todo el cuerpo, participa en el crecimiento y división de células. Es importante para el sistema inmune, para la cicatrización, es necesario para el sentido del olfato y del gusto (es por eso que las personas con COVID perdían el olfato y el sentido del gusto, porque la enfermedad le provocaba una baja en zinc) También es importante para la lactancia, crecimiento y desarrollo adecuado de los niños, entre otros.
Al tener una deficiencia en zinc se pueden presentar algunos o varios síntomas
como señal:
– Perdida del olfato
– Perdida del gusto
– Diarrea crónica
– Mala memoria
– Infertilidad
– Depresión
– Dermatitis
En caso de estos síntomas es importante acudir con un médico y comprobar la
deficiencia con un examen de sangre y lo más seguro es que recomendara un
suplemento para lograr salir de la deficiencia lo antes posible.
Es importante asegurarse de llevar una alimentación sana y balanceada
incluyendo alimentos que aporten zinc.
Algunos alimentos que aportan zinc son:
– Sardinas
– Ostras
– Langosta
– Carne roja
– Pollo
– Avena
– Frijoles
Es normal que con el paso del tiempo y a medida que una persona va
envejeciendo, la absorción de zinc vaya dismuyendo, por lo que es importante,
hacerse un chequeo de vez en cuando como prevención y no se diga si se hacen
presentes algunos síntomas.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición