Es común que la mayoría de personas están acostumbrados a comer pasta blanca desde siempre, es la que más presencia tiene en los supermercados, es la que ofrecen en los restaurantes y por lo mismo es la que más gusta más o a la cual están acostumbrados a su sabor, y al sugerir una pasta integral el rechazo es instantáneo porque es fea, dura etc. Y lo más probable es que no la han probado.
Muchas personas no ven necesario comer pasta integral ya que igual los dos tipos de pasta son procesados, entonces no hay diferencia. ¿en realidad es así? ¿No hay diferencia? A continuación, haré la comparación nutricional entre la pasta blanca y la pasta integral, para ver si de verdad hay un tipo de pasta más recomendable para una alimentación saludable y nutritiva.
Pasta integral
Está hecha con el grano de trigo entero, el grano está formado por tres partes, el salvado de trigo que es el que aporta fibra, germen de trigo que contiene vitaminas del complejo B y E, minerales como fósforo y magnesio, ácidos grasos esenciales omega 3 y 6, y la tercera parte es el endospermo el cual está formado por almidón. El color de la pasta integral es más oscura y pesada, tiene un sabor mas notorio comparado con la pasta blanca. La fibra ayuda a mantener estables los niveles de azucar en sangre y también da saciedad por mas tiempo.
Pasta blanca
La harina que se utiliza para la pasta blanca o refinada pasa por un proceso de refinamiento en el que se retira el salvado y germen de trigo, es decir pierde la fibra, vitaminas y minerales, por lo que no aporta nutrientes más que el almidón.
Por lo mismo da hambre mas rápido, puede disparar los niveles de azúcar en sangre por la falta de fibra y por lo mismo da hambre rápido, aunque se haya comido una cantidad grande de pasta.
En resumen, si lo que se busca es nutrición; la pasta integral va a ser una opción más saludable que la refinada para una alimentación saludable y nutricional.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición