Es común que, en los días de descanso por semana santa, se coma de forma diferente a como se come normalmente; me refiero a que se come mucha comida de la época y se sale de la rutina. De hecho, el disfrutar de comida que normalmente no se come, en las vacaciones es parte de un estilo de vida saludable, ya que no se prohíbe nada y se sabe que hay cierto tipo de comida que se disfruta en ciertas ocasiones. Mi punto es que, si se comió de más en estos días, se tomaron bebidas con licor, se comieron ciertos postres, se comió comida frita, etc. Está bien, la comida forma parte del descanso y la diversión. Si tu estas cuidando tu alimentación y por una semana te diste ciertos gustos y al regresar retomas tu rutina y tu alimentación, lo más seguro es que no pasa nada. Puede ser que sientas que aumentaste de peso e incluso al pesarte, la báscula muestre unas cuantas libras de más, pero ese peso no es en grasa, ya que es poco probable que en una semana se aumente varias libras en grasa. Esas libras de más pueden ser por retención de líquidos e inflamación por las grasas y otros tipos de preparaciones que normalmente no se consumen.
Si este es tu caso no tienes que castigarte ni sentirte mal por haber disfrutado, lo único que tienes que hacer es retomar tu alimentación saludable, con las porciones correctas y tomar suficiente agua y veras que en una semana estarás de nuevo en tu peso y ya te sentirás menos inflamado e hinchado.
El sentirte mal o culparte, castigarte más horas haciendo ejercicio o quitarte grupos de alimentos para compensar según tú, lo que comiste, no forman parte de un estilo de vida saludable. Esa actitud es como si hubieras hecho algo malo y comer comida poco saludable de vez en cuando no es malo, porque lo haces por tiempo limitado y pienso que es más dañino vivir con prohibiciones que disfrutar de unos días de descanso y todo lo que conlleva.
Por Guisela de Gramajo
Chef especializada en nutrición
