Los alimentos genéticamente modificados o alimentos transgénicos (GMO o GM) son alimentos que tienen un ADN modificado que puede ser de animales o de plantas, es decir son alimentos modificados científicamente, lo que hace es que toman alguna característica especifica de algún animal o de alguna planta y lo colocan en una célula de otro animal o planta. La idea de esta biotecnología es dotar a otros organismos con características especiales, por ejemplo, las plantas genéticamente modificadas pueden aguantar la falta de agua y sobrevivir a las plagas. Un ejemplo de lo que es un alimento genéticamente modificado es la soya, ya que
es una legumbre de la cual pueden sacar queso, carne, embutidos, bebidas de
soya, como es el caso de la Incaparina, una bebida fortificada producida en
Guatemala para reforzar la nutrición de niños y adultos. También el hacer que los
vegetales sean más grandes, o que no tengan semillas como algunas clases de
uvas o mandarinas, o cambiarles el sabor como el elote dulce. También toman
características como que se dé la siembra de vegetales en tierras infértiles, o que
eviten que se utilicen pesticidas, se reduce el riesgo a malas cosechas, entre
otros. En caso de los animales, por ejemplo, en algunas granjas inyectan a las vacas y
pollos con hormonas del crecimiento para que crezcan mucho más rápido que la
forma convencional. Existen muchas opiniones a favor y en contra de estas prácticas, ya que muchos aseguran que el consumo de alimentos genéticamente modificados puede ser malo para la salud y otros aseguran que no causan ningún daño que no existe ningún estudio científico que lo demuestre, que favorece la nutrición, tienen un menor impacto ambiental ya que y que es positivo para la economía.
En realidad, es un poco complicado saber realmente si un alimento es genéticamente modificado o no, algunos son obvios y otros, no tanto. En Estados Unidos por ejemplo los alimentos deben de tener una etiqueta que indique si lo son o no. En muchos países ya existe la opción de alimentos libres de hormonas, pero los precios son muy elevados.
Por Guisela de Gramajo
Especializada en nutrición
