La digestión es un proceso en nuestro organismo en el cual descompone los alimentos para que se lleve a cabo la absorción de los nutrientes en el intestino; como carbohidratos, proteínas, rasas, vitaminas y minerales. Y estos son distribuidos a todo el organismo para que este pueda funcionar sin deficiencia. Por esa razón es que cuando se tiene indigestión se siente malestares muy incomodos, como reflujo, acidez, gases, estreñimiento, diarrea, cansancio y sueño justo después de comer. Esto puede darse por una comida muy grasosa, comer mucho, comer muy rápido, comer de pie, manejo de niveles altos de estrés, sedentarismo, entre otros.
El tener o no, una buena digestión es directamente relacionado con los hábitos que se tienen. Por lo que es importante tener buenos hábitos a la hora de comer, por ejemplo:
– Tomarse un tiempo mínimo de 20 minutos para cada comida.
– Masticar bien y despacio.
– Incluir grasas saludables en las comidas y evitar las grasas saturadas y grasas trans.
– Comer menús balanceados
– Incluir verduras y frutas en la alimentación diaria.
– Asegurarse de incluir alimentos altos en fibra.
– Comer en porciones adecuadas.
– Evitar repetir por muy rica que este la comida, lo mejor es servirse desde el inicio de la comida las porciones adecuadas de cada tipo de alimento que se sirva en la comida.
– Evitar comer distraído o haciendo otras cosas.
– Evitar comer bajo estrés y de pie.
– Evitar bebeidas gaseosas, estas pueden causar indigestión.
Una vitamina que tiene mucho que ver con el proceso adecuado de la digestión es la B2 ya que ayuda a mantener normales las membranas mucosas, entre esas la digestiva. Por lo que si se padece de indigestión constantemente es importante ir con un médico especialista ya que podría haber una deficiencia en esta vitamina. De igual forma podría haber alguna intolerancia a algún alimento y puede afectar el proceso de digestión.